Por fin ha llegado la tan esperada primavera y con ella, llega la esperanza de un mejor clima, día más largos, mayor prosperidad, el renuevo de tantos ciclos de vida y por supuesto que aquello se hace notorio en el vivero. Los cactus comienzan lentamente a despertar, a salir de su estado de letargo y comenzar a reactivarse. Las plantas suculentas son las primeras que comienzan a desbordar en hijuelos nuevos, vástagos basales, laterales que nacen, se desarrollan con fuerza y vigor, es la época de mayor propagación y cosecha de hijuelos y material vegetal para la reproducción vegetativa de las plantas. es una maravilla de Dios.
En las fotografías, que fueron tomadas el 21 de septiembre se pueden notar como los hijuelos se amontonan con entusismo al rededor de sus plantas madres, esperando ser desarraigados para comenzar su vida independiente de la planta que le dio la vida. En las fotografías aparecen diferentes especies de haworthias y Gasteria Pulchra rodeada de hijuelos.
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