Desde la Antigüedad los pueblos precolombinos sabían de los beneficios que podían obtener de los cactus, es así que incluso la fundacion de asentamientos humanos, villas y aldeas, se hacían en torno a lugares en donde los cactus crecían abundantemente.
Para los pueblos pescadores, las espinas uncinadas de muchas especies de cactáceas, se empleaban como anzuelos. además para la confección de prendas de vestir, se usaban las espinas a modo de agujas para coser.
La madera de los cactus viejos y ya muertos se utilizaba para construcción de viviendas, para vigas estructurales y para fabricar utensilios utilitarios. En nuestros días aún la madera de cactus se utiliza para la confección de artesanías e instrumentos musicales. La madera de catus aparte de ser emplada en diversos elementos, se usaba como combustible para calefaccionarse y cosinar los alimentos.
Muchos cactus después de sus floraciones, dan un fruto que es comestible, por lo que los pueblos primitivos consideraban a estas plantas vitales para su alimentación. Inclusive en méxico a los días de hoy se elabora mermelada de la pulpa de Echinocactus Grusonii, popularmente llamado "Asiento de la Suegra".
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